Páginas Amarillas ha planteado un ajuste de personal que afectará al 30% del total de la plantilla.
Páginas Amarillas ha planteado un ajuste de personal que afectará a 201 puestos de trabajo, lo que supone cerca del 30% del total de la plantilla.
La compañía ha indicado que el plan social anunciado pretende garantizar la viabilidad de la empresa, así como su crecimiento, tras constatar un descenso en el volumen de negocio total. Este plan incluye, además de los despidos mencionados, una ampliación de la jornada laboral, que, según la empresa, es actualmente un 9% inferior a la media nacional.
"La empresa ha afrontado durante este tiempo el auge de Internet, su impacto en los hábitos de consumo y la caída de la venta de los productos 'offline'. Todo este escenario ha sido agravado por el efecto de una crisis económica sin precedentes", ha explicado la firma en un comunicado.
Páginas Amarillas ha manifestado que, aunque en los últimos años ha llevado a cabo diversas políticas de ahorro de costes y ha lanzado nuevos productos y servicios digitales, la reducción de ingresos en sus principales productos offline ha implicado un descenso en el volumen de negocio total.
La empresa ha añadido que la dirección ha presentado un nuevo modelo comercial que permita cubrir a todo el mercado de pymes españolas como vía para acelerar el crecimiento, a la par que motivar a su red comercial con un "nuevo y ambicioso" sistema de incentivos de ventas, adecuado a la cartera de productos de la compañía, en sustitución del actual modelo de comisiones.
La firma recuerda que los procesos de negociación con los representantes de los trabajadores se iniciaron el pasado 17 de junio con el fin de buscar la mejor solución de manera consensuada. "El objetivo es completar el proceso de la manera más rápida posible, en un marco de diálogo, buscando la mejor solución para reducir el impacto a los empleados afectados", ha añadido.
Por su parte, fuentes sindicales han explicado que en los últimos años la empresa ha acometido varios despidos colectivos que han supuesto una reducción de un millar de puestos de trabajo.
Según los sindicatos, esta dinámica "evidencia que o bien las medidas no son efectivas o bien se trata de una política empresarial que tiene por objetivo la externalización de toda la actividad, incluida la comercialización, que ahora recurre a la figura de comisionistas externos".
Los sindicatos CCOO y UGT y los comités de empresa rechazan las medidas presentadas por la compañía por considerar que obedecen exclusivamente a una voluntad de recortar los derechos y condiciones de los trabajadores, "mientras la dirección elude aplicarse criterios de austeridad".