Los socorristas dejan el encierro tras pactar con el Ayuntamiento.

La veintena de socorristas de Cruz Roja y sindicalistas de CGT que se encerraron este viernes en el Ayuntamiento de Barcelona abandonaron esta madrugada el edificio tras alcanzar un acuerdo con el Consistorio. La Administración se ha comprometido a garantizar los 70 puestos de trabajo que habían quedado en el aire después de que la institución humanitaria perdiera la gestión del servicio de salvamento en las playas de la ciudad. La empresa que ganó el concurso, Pro-Activa Serveis Aquàtics, además, deberá mantener las condiciones laborales del colectivo.

Los manifestantes ocuparon el viernes a las nueve de la mañana el patio del Ayuntamiento, donde intercambiaron palabras con la alcaldesa, Ada Colau, y la concejal de Urbanismo, Janet Sanz, ya que el servicio de salvamento depende de la empresa municipal Parques y Jardines. Sanz les ofreció reunirse el próximo lunes, pero los socorristas aseguraron que no se retirarían de las instalaciones hasta obtener una respuesta que les "guste".

Tras un día de intercambios de propuestas y pequeñas asambleas, Sanz y el colectivo acordaron por escrito a las 4.00 del sábado que los 45 empleados fijos y los 25 temporales serían subrogados por Pro-Activa y que esta respetaría sus condiciones actuales. Cruz Roja aplica a los socorristas el convenio de la sanidad privada mientras que la nueva contrata usa el de instalaciones deportivas. Esto hubiera supuesto una reducción salarial de 500 euros al mes.

Los trabajadores, el Consistorio y Pro-Activa se reunirán el próximo 17 de marzo para detallar estas condiciones que, según el Ayuntamiento, no implicarán el aumento del precio del servicio.