Expedientada una conductora de autobús de Fuenlabrada por desviarse de la ruta para orinar.

Una conductora de la Empresa Municipal de Transportes de Fuenlabrada (EMTF) ha sido expedientada y sancionada con la suspensión de cuatro días de empleo y sueldo por desviarse en dos ocasiones de la ruta para ir a las cocheras de la empresa y poder orinar.

Según el periódico La Razón, la trabajadora llamó a su supervisor para comunicarle que necesitaba el servicio y no disponía de ninguno cerca, por lo que debía abandonar el vehículo y recorrer 600m hasta el más cercano, situado en las instalaciones de la propia EMT. El supervisor le niega la petición y la conductora se ve obligada a incumplir las órdenes dadas, ya que, por razones fisiológicas, necesitaba ir al baño. 

Esto supuso un retraso del servicio de autobuses de doce minutos, por lo que se sanciona y expedienta a la trabajadora, basando esta falta en la existencia de una norma que prohíbe "abandonar la ruta para usar los aseos de la cochera". Ahora bien, ¿¡está la Empresa Municipal de Transporte Público de Madrid negando una necesidad básica y fisiológica a una de sus trabajadoras!? Desde mi punto de vista es un SÍ muy claro. En vez de sancionar a la conductora por algo contra lo que no se puede luchar, deberían buscar una solución definitiva a estas carencias, por ejemplo, implantando pequeños servicios en los autobuses de la Comunidad. Así los trabajadores no tendrían que abandonar el vehículo cuando necesiten utilizar el servicio. 

En definitiva, una medida denigrante que atenta a los principios básicos de libertad de cualquier ser humano, por lo que debería retirarse dicha sanción que se ha impuesto, a mi juicio, de manera totalmente injusta.