MANIFESTACIÓN DE TRABAJADORES DISUELTA POR EL EJÉRCITO
El ejército camboyano ha disuelto una manifestación de trabajadores de textil, que estaban manifestando al Gobierno del país para pedir un aumento del salario mínimo.
Según un comunicado, varias ONG locales, han criticado el uso de la fuerza de los soldados contra manifestantes, en una fábrica situada en las afueras de Phnom Penh (capital).
"El uso de la Unidad de comando Especial 911 para disolver a los manifestantes cerca de la fábrica Yak Jin en el distrito Pusenchey en Phnom Penh no tiene precedentes", ha señalado la liga Camboyana para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos y el Centro de Educación Legal para la Comunidad.
"Y muestra una nueva táctica alarmante para suprimir violentamente las protestas largamente pacíficas", han añadido las ONG.
Estas organizaciones no gubernamentales han denunciado que un centenar de soldados, armados con porras, rifles y cuchillos, han provocado violentos choques y detuvieron al menos diez personas.
Centenares de estos trabajadores de textil se mantienen aún en ja huelga que se lleva a cabo desde la semana pasada, exigiendo, de este modo, un salario mínimo de 160 dólares mensuales, mientras que el Gobierno únicamente propone un incremento de 15 dólares, llegando hasta los 95 dólares mensuales.
En el inicio de las negociaciones la Asociación Camboyana de Fabricantes del Textil se encentó de participar, que culpó a la acción "ilegal y violenta" de los piquetes sindicales el cese de las operaciones en las cerca de 500 fábricas del país.
Un comunicado el pasado domingo, la patronal del sector afirmó que mantendría sus centros de producción cerrados hasta el que Gobierno y sindicatos en huelga, garanticen seguridad en las instalaciones y en la de los empleados.
"Muchos de sus socios sufrirán penalizaciones"-indicó la organización, al no poder cumplis sus compromisos y objetivos de producción. Además, atribuyó a los sindicatos la responsabilidad de la pérdida de salarios, puestos de trabajo e inversiones que provoquen paros.
Unas 600.000 personas son necesarias para la industria textil y de calzado, representando alrededor del 95 por ciento de las exportaciones de Camboya, con un volumen de negocio que tan solo en los primeros meses del año se situó cerca de los 5.070 millones de dólares.
¡Hola Lydia!
ResponderEliminarMe parece fatal que el ejército tuviera que actuar para disolver una manifestación pues es un derecho de todos.
Un saludo!
Completamente de acuerdo Blanca, el derecho de manifestación y el de huelga son derechos fundamentales que no deberían de ser violados. No parece lógico que militares de Camboya fueran los que violentamente acabaran con estas protestas pacíficas.
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